La vida no es justa, odio lastimar a los demás por mis propias estupideces. Quisiera que no fuera cierto, pero el efecto mariposa es real y yo soy el claro ejemplo L
Me lleve una materia en la escuela y pedí una revisión de mi trabajo final para ver si la podía salvar, pero fue en vano (aquí es donde empieza a caer el domino y a afectar a todos los involucrados). El director al parecer ya había cometido demasiados errores y mi petición fue una diminuta gota, pero lo suficiente como para derramar el vaso, cambiaron de director y ahora todos los maestros pareciera que los traen en la mira, todos cumplen con lo que las normas le piden al pie de la letra, como que con cualquier error los fueran a despedir. Por el otro lado de la moneda, mis papás se fueron de la casa por el nuevo trabajo de mi mamá a otro estado y ahora que les comento que voy a traer a rastras la materia que debo, se sienten impotentes, con la urgente necesidad de volver para protegerme, como fieros leones protegiendo a sus cachorros, pero en realidad, estando aquí o estando en china, el resultado hubiera sido el mismo.
Después de estar oculta tanto tiempo detrás de estas piezas de domino, ahora que las veo a todas por el suelo y siendo yo la única de pie, me siento extraña, me siento indefensa ante la adversidad, pero al mismo tiempo poderosa al saber hasta donde pude llegar con mi perseverancia.
Los únicos límites en esta vida son los que uno mismo se impone
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